lunes, 3 de septiembre de 2012

¿Cómo Enfermamos?



Los "medios de confusión" nos bombardean a menudo con la idea de que la causa de nuestros malestares son agresiones microbianas o genes defectuosos. Así:
  • Nos volvemos pasivas y dependientes de especialistas diversos, ya que al parecer nuestro bienestar tiene que ver con factores que escapan de nuestro control. 
  • Desaprovechamos la oportunidad que nos brinda la enfermedad de reconocer equivocaciones, y aprender de ellas, sin necesidad de sentirnos culpables por ello. "Quien se equivoca y no aprende, vuelve a estar equivocado".
  • Favorece el gran negocio que han sido hasta ahora las bacterias (vacunas y antibióticos), y últimamente los antivirales junto con la ingeniería genética.
¿De qué manera nos enferma la educación recibida., el trato que recibe nuestro organismo, así como el desorden social y la agresión a la naturaleza?
¿Cómo nos enferman los malos tratos?

Si nuestro organismo vive en circunstancias adversas, se ve sometido a presión (stress) y sobrecargado de trabajo (surmenage), tarde o temprano (dependiendo de su resistencia) acabará por estropearse. Se defenderá por sus puntos fuertes y acabará reventando por los puntos débiles heredados o adquiridos. Demasiada actividad y descanso insuficiente nos lleva al agotamiento, origen de muchas enfermedades.

DEMASIADA ACTIVIDAD +
DESCANSO INSUFICIENTE =
AGOTAMIENTO

¿Por donde se nos van las fuerzas?
  • Por la actividad sensorial: A través del uso de los cinco sentidos: Trabajar con el ordenador, ver la tele, leer, exponerse a luces intensas, a ruidos, etc.
  • Por la actividad nerviosa: Ordenar la información que nos llega por los sentidos, pensar, recordar, imaginar, proyectar, decidir, coordinar todas las funciones corporales. Las creencias erróneas  los disgustos, los malos recuerdos, la represión de sentimientos, la incomunicación, la escasez de muestras de aprecio y de contacto físico, los desprecios, los reproches, los insultos, las amenazas, la explotación económica, la discriminación social, etc. sobrecargan de trabajo a nuestro sistema nervioso.
  • Por la actividad muscular: Levantar pesos, moverse, estar de pie o sentado, darle a la lengua, estar tensa, etc.
  • Por la actividad digestiva: Que dependerá de la cantidad y la calidad (los alimentos concentrados, las mezclas excesivas y los fritos, dan mayor trabajo digestivo)
  • Por el movimiento intestinal: Comer mucho y con poca fibra, purgantes, laxantes, lavativas, sobrecargan ésta actividad.
  • Por la renovación celular: Aumenta ésta actividad en caso de golpes, heridas, fracturas, hemorragias e inflamaciones.
  • Por la actividad térmica: Cuando hace frío, el cuerpo gasta energía en calentarse, encojiendose, temblando, tiritando y acelerando la respiración. Cuando hace calor, se consume energía en refrigerarse aumentando la sudoración y sacando la sangre a flor de piel.
  • Por la actividad sexual: si es excesiva y acompañada de excitantes puede ser fuente de fatiga. La represión y el miedo a la sexualidad también supone un derroche energético.
  • Por la actividad procreadora: Embarazos, partos y amamantamiento seguidos y frecuentes pueden llegar a agotar. Por eso se recomienda espaciarlos al menos 2 años.
  • Por la actividad cardiopulmonar de oxigenación: es decir, llevar el oxígeno del aire a todas las células a través de la sangre. El aumento de cualquiera de las actividades corporales aumenta la necesidad de oxígeno. Fíjate cómo aumenta el latido cardíaco al correr, después de una comida copiosa, con un susto o con la excitación sexual. 
  • Por la actividad defensiva y depuradora: Sin ella moriríamos envenenadas. El cuerpo necesita limpiarse diariamente:

  1. de las células que mueren y de los desechos tóxicos que se producen internamente como consecuencia de sus diversas actividades. A más actividad, más producción de tóxicos metabólicos (Ácido Láctico, Ácido Úrico, Urea, Creatinina, Acetona, etc.) 
  2. de los tóxicos que se introducen por la cavidad respiratoria, por el túnel digestivo o a través de la piel.

              Medicina Natural

Acabamos de ver las actividades más importantes donde nuestro organismo gasta sus energías. Si gastamos más energías de las que recuperamos con el descanso, acabamos agotadas. Y esto dará pie a trastornos diversos.

De golpe o lentamente
Al agotamiento podemos llegar:
  • Bruscamente y por un tipo de agresión: una intoxicación alimenticia, un empacho, una sobredosis de alguna droga, una insolación o una congelación, un accidente de coche, una intervención quirúrgica, un maratón, etc. Un cuerpo en buenas facultades encajará mejor una fuerte agresión que un cuerpo ya debilitado.
  • Lentamente y por una suma de pequeñas agresiones: Pequeños maltratos que se acumulan a lo largo de los años. El exceso último sólo es la gota que rebasa el vaso y desencadena el malestar: No encontramos trabajo, estamos sin dinero, nos sentimos una mierda, se nos cae el ánimo a los pies, no hacemos ejercicio, no paramos de fumar y de tragar cualquier cosa. Un día en una juerga bebemos un poco de más y se nos desencadena una pulmonía.

Tener en cuenta el factor acumulativo. Una calada de un cigarrillo no basta

para causar un cáncer de pulmón, pero si 20 cigarrillos diarios durante 20 años. Lo mismo sabemos de la exposición diaria a la contaminación atmosférica.



El efecto retardado: puede ocurrir que alguna de las causas de nuestro malestar se haya desencadenado hace mucho tiempo. Las estudiosas de la mente humana afirman que las influencias que recibimos los 7 primeros años de nuestra vida, pueden explicar los trastornos mentales que padecemos de adultas. Una vacuna de la polio que millones de británicos y estadounidenses recibieron en la década de los años 1950 y 1960, llevaba una proteína que ha favorecido el desarrollo de un tipo de tumor pulmonar que se desarrolla muy lentamente y que pueden pasar 20 años sin dar síntomas.

Fuente: Dr. Eneko Landaburu Pitarque


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